Las ventas de motos y scooters eléctricos en Italia experimentarán un fuerte descenso en 2023. La tendencia de crecimiento de los últimos años parece haber llegado a un punto de parada y ni siquiera los incentivos parecen surtir efecto.
Las ventas de motos y scooters eléctricos en Italia en 2023 están en caída libre. Según los datos de diez meses, los italianos siguen comprando motos y scooters eléctricos, pero menos de lo que esperaban los operadores del sector. Este fenómeno también es evidente en otros países, como España y Holanda, que han registrado reducciones porcentuales de dos dígitos al igual que Italia.
Los italianos compraron 11.083 vehículos eléctricos en los diez primeros meses del año, lo que supone un descenso del 21% respecto al mismo periodo del año anterior. La cifra es aún más grave si se compara con el sector de vehículos de combustión interna que en los mismos diez meses creció casi un 17%, superando las 300.000 unidades matriculadas en diez meses entre enero y octubre.
La ANCMA (Asociación Nacional de Motos y Accesorios) reiteró que: “Parece cada vez más urgente descongelar los recursos adelantados de la campaña 2022, equivalentes a 5,6 millones de euros, que permitirían al mercado llegar a final de año. Por tanto, renovamos el llamamiento al Gobierno para que apoye un mercado ya naturalmente orientado hacia objetivos comunitarios de sostenibilidad medioambiental".
Aunque los ecoincentivos ayudaron al crecimiento del sector de las dos ruedas eléctricas en 2022, los proporcionados en 2023 no parecen haber tenido el mismo efecto. En 2023, se pusieron a disposición 35 millones de euros, pero alrededor de la mitad fueron absorbidos por cuatriciclos eléctricos y los fondos restantes no fueron suficientes para apoyar al sector.
Los ciclomotores eléctricos representan el sector del que se esperaba un mayor crecimiento. A finales de 2022 había quienes vaticinaban que los ciclomotores eléctricos superarían a los térmicos en 2023, mientras que los datos de 2023 nos dicen que los primeros representan sólo el 20% del total de ciclomotores vendidos. ¿Cuáles son las causas de esta parada?
Algunos especulan con la falta de suministro, con problemas de suministro y entregas que duran varios meses. Sin embargo, esta suposición no encuentra mucho fundamento.
Más allá de posibles causas contingentes, difíciles de hipotetizar en un mercado tan grande como el europeo, la investigación parece centrarse más en razones de sistema. Quienes se inclinaron por comprar un vehículo eléctrico de dos ruedas ya tuvieron la oportunidad de adquirirlo en los últimos dos años, aprovechando los incentivos gubernamentales y los descuentos de los concesionarios. Ahora que los pioneros ya tienen un ciclomotor eléctrico, se necesitan diferentes herramientas para llegar a los usuarios más escépticos o menos informados sobre la movilidad eléctrica.
Para ello, la red de venta de energía eléctrica necesita encontrar diferentes formas. El concesionario multimarca que vende vehículos de motor térmicos y eléctricos no trabaja para estos últimos. El modelo de negocio de estas realidades se basa en gran medida en los servicios de postventa y mantenimiento vinculados a los vehículos tradicionales. Un vehículo eléctrico no necesita un mantenimiento tan frecuente como uno térmico, lo que lo hace poco atractivo para un concesionario que vende ambos productos.
Si pasamos a observar el modelo de comercialización de los vehículos eléctricos de dos ruedas, es evidente que en este momento es muy débil: no promueve una idea nueva en la que el usuario pueda identificarse, sino que replica la de los vehículos tradicionales. ¿Cómo debe verse un cliente potencial en un patinete eléctrico? ¿Qué representa para ti un vehículo eléctrico de dos ruedas? Recurrir al influencer actual que ya promociona un sinfín de productos y que crea otro post en el que está sentado en un patinete eléctrico parece una respuesta demasiado débil.
De hecho, la publicidad de vehículos eléctricos a menudo se limita a los canales sociales, la mayoría de las veces llega a quienes ya conocen los vehículos eléctricos, lo que resulta en poca efectividad para expandir el mercado.
Finalmente, la presencia de un sinfín de marcas en el sector de las dos ruedas eléctricas no es una ventaja, al contrario. Esto va acompañado de la falta de marcas tradicionales, elemento que no ayuda a percibir el valor del vehículo eléctrico. La ausencia de las marcas históricas de dos ruedas, comprensiblemente las menos proclives a alejarse del modelo de negocio térmico, deja perplejos a los potenciales clientes que ven en esta ausencia un menor valor para el vehículo eléctrico. Y aquí la capacidad de dar respuesta a la pregunta se vuelve fundamental: ¿qué debe representar un vehículo eléctrico de dos ruedas a los ojos del cliente? La cantidad de vehículos eléctricos que veremos en las ciudades en los próximos años dependerá de la capacidad de formular una respuesta a esta pregunta.
Si pasamos a observar el modelo de comercialización de los vehículos eléctricos de dos ruedas, es evidente que en este momento es muy débil: no promueve una idea nueva en la que el usuario pueda identificarse, sino que replica la de los vehículos tradicionales. ¿Cómo debe verse un cliente potencial en un patinete eléctrico? ¿Qué representa para ti un vehículo eléctrico de dos ruedas? Recurrir al influencer actual que ya promociona un sinfín de productos y que crea otro post en el que está sentado en un patinete eléctrico parece una respuesta demasiado débil.
De hecho, la publicidad de vehículos eléctricos a menudo se limita a los canales sociales, la mayoría de las veces llega a quienes ya conocen los vehículos eléctricos, lo que resulta en poca efectividad para expandir el mercado.
Finalmente, la presencia de un sinfín de marcas en el sector de las dos ruedas eléctricas no es una ventaja, al contrario. Esto va acompañado de la falta de marcas tradicionales, elemento que no ayuda a percibir el valor del vehículo eléctrico. La ausencia de las marcas históricas de dos ruedas, comprensiblemente las menos proclives a alejarse del modelo de negocio térmico, deja perplejos a los potenciales clientes que ven en esta ausencia un menor valor para el vehículo eléctrico. Y aquí la capacidad de dar respuesta a la pregunta se vuelve fundamental: ¿qué debe representar un vehículo eléctrico de dos ruedas a los ojos del cliente? La cantidad de vehículos eléctricos que veremos en las ciudades en los próximos años dependerá de la capacidad de formular una respuesta a esta pregunta.
fuente: ANCMA
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